Gema de la Cruz- Coach

viernes, 14 de noviembre de 2014

Una coach en construcción, una Gema en restauración

Leo la entrada anterior desde la mirada de la ternura, ahí me veo sentada a la mesa de un restaurante, esperando un postre que nunca llega y que yo creo firmemente que me pertenece porque va incluido en el menú pero que ni siquiera he elegido todavía, sólo veo personas alrededor saboreando sus postres deliciosos, y cada vez más rabia dentro. Resguardada bajo el paraguas de la víctima del chaparrón de mis circunstancias (hijos, madre, crisis...y todo lo que me quisiera echar).

Aplicaba las herramientas para la vida que había aprendido en mi casa y en mi entorno social y cuando las circunstancias me llevaron por un camino diferente al esperado y no supe que hacer, fue cuando saqué lo que había aprendido por imitación y no me gustaba. La intuición me decía que tenía que haber alternativas que no me quería quedar a vivir en la resignación. Y eso es lo que hice, claro que sin brújula y sin dirección marcada y comencé un maratón de frustraciones porque cuando corres sin dirección inevitablemente nunca llegas al destino. Y así he pasado mi primavera y verano, corriendo como un hámster en una rueda, y vaya rueda!! 

Presenté un proyecto de cooperación a un concurso internacional y fue seleccionado entre los 10 finalistas por el Departamento de Estado de Estados Unidos para ser defendido en Whasington, trabajé como Directora de un centro de formación en idiomas para directivos, presenté un proyecto de formación disruptiva sobre hábitos alimenticios, inicié un proceso de coaching a una amiga, hice asesoramiento legal a iniciativas de crowdfunding,formamos un equipo y ganamos un concurso de idea de negocio innovadora y no sé cuántos logras más que lejos de vivirlos así los sentí como frustraciones porque casi ninguno de ellos me reportaba lo que buscaba, dinero. Cuánta confusión!!  Sin objetivos claros se me mezclaron los conceptos, las oportunidades, la necesidad, la capacidad y las cosas que me gustan. Y cada día tenía menos tiempo, menos pasta y menos ocasiones de reírme.Precisamente yo que predico el disfruta con tu talento y vivirás de ello.

Así que cómo lo que necesitaba eran nuevas herramientas y graduarme las gafas para ver con más nitidez mis objetivos en la vida sin avergonzarme de ellos, me estoy formando en coaching, conde además de formación he encontrado un momento para revisar todo mi interior como si fuera un armario. Y encuentro cosas increíbles que estaban allí dentro y que me quedan genial, otras que ya no me sirven y es hora de desechar y algunas desordenadas que dispongo en los cajones, salen polilllas y dejo espacio para prendas que esta temporada necesitaba tanto!!!

Me he concedido dar una tregua a mi cabeza, a la que quiero mucho, con la que he conseguido y consigo muchas cosas pero doy la bienvenida a mis emociones, las que vengan no las que mi cabeza diga que son las apropiadas para la ocasión y a mi cuerpecito, ese pobre que he llevado donde he querido como un envase reciclado y que tantos secretos me está desvelando.

Y en este momento de apertura y aprendizaje me encargan una tarea tan complicada, mi Proyecto de Vida, a mí!!! A mí que llevo toda la vida redactando proyectos de fin de máster, tesinas, artículos, temarios, objetivos generales y específicos, páginas y páginas que no se me han resistido, proyectos que he visto hechos realidad, objetivos que he visto cumplirse y he evaluado posteriormente y cómo es que jamás se me había ocurrido hacer un proyecto sobre mi vida? Quizás nunca asumí del todo el cargo y la responsabilidad que conllleva disfrutar de conseguir logros y aprender y disfrutar con todo lo que te encuentras por el camino sin culpar al mundo entero de conspirar para que yo sea infeliz.

Sigo aprendiendo muchas lecciones que no tenía muy lejos pero que no era capaz de enfocar desde otro punto y me comprometo a ir desvelando más trucos  de mi proceso de restauración que me está haciendo sentir tan bien por dentro y por fuera.




Este post es para quiénes metísteis vuestros esques y peros en una maleta y salisteis del país para emprender vuestro proyecto de vida. Este post es tu regalo de cumpleaños.

lunes, 31 de marzo de 2014

Las trampas de falopio

Después de hacer durante toda la vida todo lo que los demás me han dicho que tenía que hacer, me encuentro a mis casi 40 castigada sin postre,¿ por qué?Sin trabajo fijo, sin horario cómodo y sin un pavo en la cuenta corriente.¿Qué pasa aquí? si yo he hecho lo que todos me han dicho que era lo correcto, si he sido aplicada e incluso brillante desde niña.

 Pues fallé yo, me he dejado llevar por las expectativas que los demás proyectaban en mí y por ese afán de reconocimiento y cobijada bajo la manta del miedo, no me he plantado cara a mí misma.
Hasta aquí, no pienso dejar pasar ni un minuto más sin escucharme y fruto de ese compromiso conmigo misma nace este blog, en el que sin ninguna pretensión espero compartir mi experiencia de reinvención y aportar pensamientos de alguien que un día asomó la cabeza fuera de la caja y se encontró con un mundo de posibilidades.

Pero todo comienza antes, tres años atrás, cuando nace mi segundo hijo y a mi madre le diagnostican una enfermedad de la que se olvidará como irá olvidando los pedazos de su vida y de su propia personalidad. Entonces... qué hago entonces, dejar mi trabajo de Agente de Empleo y Desarrollo Local que tanto me gustaba porque los míos me necesitan, y qué hace todo el mundo, darme la razón, decirme que es lo mejor, apoyar "mi" decisión.

Amig@s después de tres duros años, me pregunto lo mejor? para quién? Quedarte en casa para educar a tus hijos y cuidar de tu familia se traduce día a día si eres honesta, si realmente eres franca, en labores de intendencia del hogar, lavar, cocinar, limpiar, planchar, no he desarrollado ningún programa de educación alternativa, no he aplicado proyectos para estimular la mente de mi madre, he sobrevivido día a día sin tener muchos de esos días tiempo ni para ducharme.

Al final esa actitud mía es la que realmente puede incidir en la educación de mis hijos,en la posición que su madre ocupa y asume dentro y fuera de casa, en contribuir a esa forma de organización social donde la mujer hace lo que se espera de ella "cuidar de su familia". Estoy convencida de que una Licenciada en Derecho con un Doctorado en Filosofía del Derecho, un Máster en Responsabilidad Social Corporativa, la experiencia de haber trabajado como profesora universitaria, consultora, asesora jurídica, puede contribuir en mayor y mejor medida a cuidar de su familia que poniendo lavadoras, sin desmerecer esa necesidad primordial en mi casa, pero que a mí, particularmente me frustra y es muy peligroso a la larga pagar el precio de esas frustraciones. Puedes caer en esas frases que aterran como "con todo lo que yo he hecho por vosotros y así me lo pagáis".

Si tu punto de partida es este las posibilidades que  planean en tu mente son varias y yo he pasado por casi todas:

a) Convertirte en "supermadre" poner todas tus competencias al servicio de la gomaeva, las reuniones del AMPA,las ofertas de Lidl o Primark y  las mejores recetas de postres traducidas directamente de páginas anglosajonas. Esta fase me llevó a engordar 20 kilos y pulirme así de un plumazo mi autoestima y mi fondo de armario.

b)  Convertirme en "cualquier cosa" cajera de Mercadona, teleoperadora, frutera, envidiar la vida de cualquiera que pasaba ante mis ojos con vida propia. La sola idea de salir de casa ya era mejorar porque pasar de asistenta sin sueldo ni vacaciones a cualquier cosa ya era un incremento en mi calidad de vida muy grande y me podría liberar del odioso pantalón de chándal. Esta fase está socialmente muy reconocida, puedes "aportar" dinero a la economía familiar pero sin ningún afán de desarrollo profesional, eso está muy valorado siendo mujer.

c) Conocer a una persona innovadora, emprendedora, una provocadora, que de repente te dice las verdades que rondan por tu cabeza pero que nadie se atreve a revelar en voz alta porque tú has preparado suficientes argumentos basados en el es que... y en el pero... como para quedarte resguardada en tu zona de confort por mucho tiempo más. Lamentando tus tristes circunstancias y protegiéndote de las amenazas bajo el paraguas de las manidas frases  "con la que está cayendo", "tal y como están las cosas", "no llaman de nada".... y que os voy a contar que no escuchéis cientos de veces al cabo del día. Pues bien esa persona es Ana Dols y su proyecto el Rivas Lab, pero de eso ya os seguiré hablando otro día. Por hoy suficiente striptease emocional, gracias Ana y gracias a mi pareja por creer en mí más que yo misma, retomo las riendas de mi vida y la aventura continúa.