Gema de la Cruz- Coach

lunes, 19 de octubre de 2015

"Quién tiene un porqué para vivir, encontrará casi siempre el cómo" F. Nietzsche


Las consecuencias del desempleo de larga duración son múltiples y variadas. Las conozco, al igual que las emociones que traen consigo. Aunque una de las cosas que me llama poderosamente la atención fue el modo en el que fui diluyendo mi propia identidad a medida que iba pasando el tiempo.

Lo concretaré con mis vivencias, al principio cuando conoces a alguien nuevo y en el contexto de la conversación surge tu dedicación, yo me refería a mí como mi último empleo, yo soy agente de empleo y desarrollo local. A medida que el tiempo avanzaba y mi inseguridad con él, iba dando más explicaciones aunque nadie las pidiera, hacía referencia a empleos anteriores y a mi formación (toda la retahíla de títulos y diplomas), un poco síndrome de currículum ambulante, como queriendo mostrar que sabía y podía hacer muchas cosas. Pero cuanto más tiempo pasaba mi identidad profesional y personal se iban diluyendo, difuminando hasta el punto de que me confundí con mis circunstancias y finalmente acababa explicando toda mi situación en ese momento.

¿Quién era yo? Mejor ¿quién soy yo? No me planteaba esa pregunta porque durante mucho, demasiado tiempo había delegado la respuesta a esa pregunta en manos de otros, y dependiendo del momento era project manager , coordinadora de programas, docente... Y en base a esa calificación actuaba, así me sentía.

Según han avanzado mis vivencias y con ellas mis aprendizajes, he descubierto la importancia de saberse una misma, de conocerse y de contestarse con honestidad a esa pregunta, sin que medie un título, un salario o una tarjeta de visita de por medio. He aprendido también a no confundir tu identidad con tus circunstancias. Yo no era desempleada, igual que nadie es celíaca o arquitecta. Distinguir y ordenar circunstancias, actividad que desempeñas o tu formación de tu esencia, de quién eres realmente, sin sabotearte ni engañarte.

En realidad tenemos tantas pistas sobre quiénes somos realmente, entendiendo ese quién soy con el para qué estoy aquí, el cómo me siento feliz sirviendo a los demás, qué me hace sentir que estoy en mi mejor versión o encaminada hacia ella. Y creéme que esas respuestas están dentro de cada una de nosotras por mucho que no queramos escucharlas y que afloran como el aceite en un vaso de agua,  te lo aseguro, vivo con un músico. Si tu espíritu es creativo pondrás esa creatividad al servicio de cada cosa que hagas a lo largo del día, ya sea un disfraz o una receta de cocina, si eres comunicadora encontrarás cualquier vía para comunicar, redes sociales, un blog...Encuentra las pistas en aquéllas cosas que disfrutas haciendo desde niña, aquéllas que haces sin esfuerzo, las que cuando haces el tiempo vuela, te acercarán a  conocerte y responder con sinceridad a qué quieres dedicarte.

Cuántas veces escucho al cabo del día la expresión " no encuentro trabajo de lo mío"  y quizás por que yo me lo he preguntado mucho pienso: y ¿sabrá qué es lo suyo? o habrá comprado la idea prefabricada de que cada persona debe dedicarse a aquéllo que tiene relación con lo estudió cuando era una veinteañera o en aquéllo en lo que tus circunstancias te han llevado a trabajar durante casi toda tu vida laboral.

Generalmente ni nos han enseñado ni hemos querido aprender a apostar por quiénes somos verdaderamente, nos ha resultado más fácil impostar una vida profesional que lo único que me ha proporcionado ha sido dinero para sobrevivir a cambio de gran parte de mi tiempo. Así que es común seguir escuchando la frase " te jubilas, ahora a vivir" y quién quiere empezar a vivir a partir de los 65 ó 67 o una edad a la que yo no tengo la certeza de si llegaré!!!! No compro esa idea, me bajo de ese tren! Quizás porque mi experiencia ha sido descubrir que a mis padres no les ha dado tiempo a vivir cuando supuestamente les tocaba.

Así que desde hace un tiempo decidí vivir sin impostar, sin que me califiquen otros con un apelativo bajo mi nombre en una tarjeta de visita y actuar con ese disfraz durante 8 largas horas (en el mejor de los casos). Yo apuesto por mí con toda la responsabilidad que conlleva pero también con todo el aprendizaje y la satisfacción, y hoy soy yo la que decide el contenido de mi tarjeta de visita.

Os animo a hacer este ejercicio: A día de hoy ¿qué pondríais debajo de vuestro nombre en la tarjeta de visita? Si  todavía no lo tienes claro o sigues habitando la creencia de que de eso no se puede vivir quizás deberías contactarme.

Gema de la Cruz
Formación-Coaching-Innovación

9 comentarios:

  1. Es verdad, es fácil desdibujarse cuando te quitan tu sombrero de trabajador/a. Pierdes el trabajo y pierdes parte de tu identidad, algo que creías resuelto yfa no lo esta, toca pensar, moverse, cuestionar se y eso cuesta y duele. Buscar tu sueño? Ver en que eres buen@ y con que disfrutas? Si y no. Sí porque quiero hacer cosas que me hagan sentir bien y satisfecha. No porque lanzarme a la loca carrera de hacer algo que no me da seguridad y me hace empezar de cero no me hace sentir tranquila. Yo quiero tranquilidad, quiero paz. No me gusta que me impongan, por ningún lado, ni para ser algo que no soy, ni para ser lo que soy si es a costa de mucho tiempo. Esto último lo digo por la fiebre de emprendimiento que nos rodea creo que es un megasalto al vacío peligroso. Si quiero conocerme y saberme, ver cómo puedo aplicar las cosas que yo sé hacer bien en un trabajo que me guste y con gente con la que me sienta bien. No me gusta este mundo que nos impone cosas según le convienen a los que mandan y tienen el control económico, quisiera que mi hija fuera libre, que haga lo que la haga feliz y que eso no la convierta en una desgraciada, ni en alguien al margen. Se que habrá que asumir consecuencias, toda decisión las conlleva. Mi momento vital ahora es este, y claro, impregna todo. Igual me he rendido al sistema, igual he acatado las reglas porque he asumido riesgos que requieren unos ingresos y eso me hace dejar de probar cosas nuevas y la realidad manda..pero es lo que he elegido y son mis consecuencias. En fin que acabó igual que empecé, con emociones encontradas y buscando, siempre buscando respuestas. Gracias Gema.

    ResponderBorrar
  2. Gema, colegui, eres única!!! 😘😘

    ResponderBorrar
  3. Gema, colegui, eres única!!! 😘😘

    ResponderBorrar
  4. Bonito post que, desde luego, te hace pensar. Enhorabuena gema

    ResponderBorrar
  5. Debajo de mi nombre pondría ideadora de proyectos, creadora de historias, protectora.
    Como siempre, gracias Gema por devolverme la luz cada vez que me despisto

    ResponderBorrar
  6. Debajo de mi nombre pondría ideadora de proyectos, creadora de historias, protectora.
    Como siempre, gracias Gema por devolverme la luz cada vez que me despisto

    ResponderBorrar
  7. Debajo de mi nombre pondría ideadora de proyectos, creadora de historias, protectora.
    Como siempre, gracias Gema por devolverme la luz cada vez que me despisto

    ResponderBorrar
  8. Me dejas movida por dentro, pensando, pensando... pero con una sensación agradable, vivo cada instante.
    Gracias, Gema por tu sabiduría y tu generosidad.

    ResponderBorrar
  9. Me dejas movida por dentro, pensando, pensando... pero con una sensación agradable, vivo cada instante.
    Gracias, Gema por tu sabiduría y tu generosidad.

    ResponderBorrar